Caracas, ciudad capital de América Latina y el Caribe

Esta semana la ciudad capital de Venezuela también será sede de América Latina y el Caribe; y es que en Caracas se celebrarán tres cumbres presidenciales al mismo tiempo, de distintos organismos internacionales, y de las cuales se espera se generen importantes resultados.

El evento principal se centrará en la constitución de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) los días 2 y 3 de diciembre de 2011, en lo que los 33 países de la región, se coordinaran en un organismo internacional, diferente a la Organización de Estados Americanos (OEA), para la definición de mecanismos de integración común, sin la intervención de los Estados Unidos de Norteamérica y Canadá.

La CELAC, basada en los principios de: solidaridad, cooperación, complementariedad y concertación política, estará dividida en ejes temáticos de desarrollo como lo son: el político, energético, de desarrollo social, ambiental o de cambio climático y el económico-financiero.

Aún no se tiene una estructura definitiva, pues se espera que sea aprobada una vez finalice esta Cumbre, sin embargo, puede preveerse que se mantenga la misma que la de UNASUR. Un Consejo Superior conformado por los Jefes de Estado y de Gobierno, un Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores, Consejos de Ministros según sus áreas, y un Consejo de Representantes Oficiales de los Estados; una Secretaria General y una presidencia pro-tempore rotativa.

El lema que acompañará el encuentro será: «El camino de nuestros libertadores» en clara alusión del sueño de Francisco de Miranda, Simón Bolívar, al imaginarse una América Latina y el Caribe unida en una gran confederación de naciones.

El 2 de diciembre de 2011 se realizará la Cumbre de Petrocaribe, originalmente organizada para el mes de Junio, pero que fue pospuesta. Petrocaribe es un organismo regional de cooperación energética, impulsado por Venezuela y que está conformado por 14 países de la región caribeña, fundamentado en los principios del comercio justo, la complementación, la solidaridad, la justicia social y la voluntad común de avanzar.

Y finalizando el 3 de diciembre de 2011 con la Cumbre de Presidentes de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), organismo regional que cobro plena vida jurídica en el mes de Marzo del corriente con la ratificación de Uruguay del convenio de constitución. Aunque no existe una agenda pública concreta, la colombiana Maria Emma Mejia, Secretaria General, hizo la convocatoria a petición del Presidente de Venezuela.

A pesar del manejo mediático, la realidad es que la CELAC es un organismo más que se une a la decena de los ya existentes en la región que buscan la tan ansiada integración al estilo europeo, como bien lo refiere el colega Omar Hernandez en su columna Observatorio Global de la Nueva Prensa de Guayana, cuando en referencia al tema el 15 de noviembre expresó: «¿No genera acaso una confusión pertenecer a tantos acuerdos y organizaciones con mandatos que en ocasiones se solapan y en otras se contradicen? En la subregión latinoamericano-caribeña coexisten: la Comunidad Andina de Naciones, el Mercado Común del Sur, la Unión de Naciones Sudamericanas, la Asociación Latinoamericana de Integración, la Alternativa Bolivariana para las Américas, la Comunidad del Caribe, la Asociación de Estados del Caribe, el Sistema de Integración Centroamericana y el Grupo de Río. Además claro, del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y la Organización de Estados Americanos, que incluyen ambos a nuestros vecinos del norte del continente. Con toda certeza diría que esta es una lista no exhaustiva», coincidiendo completamente con él, no existe para un venezolano, por ejemplo, una identidad real más allá de la propia nacionalidad, no sabemos si somos sudamericanos, caribeños, indo-americanos, latinoamericanos, latinocaribeños, andinos, amazónicos.

A mi consideración la CELAC no será más que otro organismo regional que se basará en la discusión política y que servirá como escudo para el enfrentamiento político con otros actores internacionales internos o externos que intenten hacer frente a la región, papel que ya han jugado muy bien la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA) y la misma UNASUR.

La verdadera integración se logrará cuando exista la voluntad política de los países de la región en definir ¿quiénes somos? ¿A dónde vamos? y ¿qué queremos? Por ahora, solo nos conseguiremos con discursos que buscarán reafirmar las grandes gestas independentistas, rescatando el pasado histórico, y haciendo llamados a la generación de instituciones distintas a las que ya forman parte del sistema internacional, las cuales, puedan ser más flexibles al momento de evaluar y juzgar a cada uno de los países miembros.

El 4 de diciembre de 2011, el mundo amanecerá con una América Latina y Caribe más débil, disgregada y con mayores retos que afrontar. Retos que a nuestra generación nos tocará solventar.

Simón Pestano, Internacionalista

Los supuestos Libios

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Las repercusiones en Libia producto del Efecto “Túnamiz” aún continúan, siendo uno de los casos más complejos de entender y que trae consigo la presencia de cuatro supuestos que son necesarios estudiar con detenimiento. Ellos son:

Primer supuesto: Ningún régimen de libertades supone la permanencia del tiempo de una autoridad de manera indefinida. Por lo que en Libia no podemos hablar de la existencia de un régimen de libertades con la presencia de Gadafi.

Segundo supuesto: Todo proceso revolucionario tiene que tener un alto componente de acción. Esta acción puede dividirse en dos fases: la primera basada en una participación intelectual que es la que genera la convocatoria y una segunda que es la motorización de la acción: generalmente es la juventud la que emerge. Por lo que es necesario identificar si esta acción es propia, como consecuencia de la existencia de ideas novedosas de la juventud o que en realidad son el resultado de un proceso de 30 años de adoctrinamiento.

Tercer supuesto: es improbable que diferentes ámbitos geopolíticos, con distintas realidades, entornos, sistemas económicos, etc. insurjan simultáneamente y en secuencia, lo que denomino el efecto “Túnamiz”.

Cuarto supuesto: No podemos dejar atrás el factor comunicacional que ha acelerado la reacción del mundo y tampoco podemos determinar a donde nos va a llevar y como nos puede afectar, bajo el entendido que inclusive Occidente se verá afectado, de manera inmediata en el precio del barril de petróleo.

Por lo que si no se logra determinar hacia dónde va el cambio en Medio Oriente, estaremos en presencia del uso de la democracia desde su base de libertad, para tomar el poder por parte de los regímenes totalitarios de la manera convencional y aceptada por Occidente.

Simón Pestano, Internacionalista

El Efecto Túnamiz

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La acción de un joven tunecino en diciembre de 2010 desesperado por el alto nivel de desempleo y sus condiciones de vida fue causa suficiente para que en el Medio Oriente se generara un tsunami social, acompañado de olas de protestas en la que los gobiernos dictatoriales empezaron a caer después de décadas de haberse mantenido en el poder. La juventud y las redes sociales han demostrado ser actores elementales para el logro de estos propósitos, en clara alusión del poder que tiene cada una de las personas por solo su condición de serlo.

Sin embargo, a pesar de las peticiones de libertad, transparencia, democracia y mejor calidad de vida por parte de los ciudadanos árabes, es importante aclarar que en la región no existe ningún país democrático, por lo tanto, la estabilidad de estos sigue pendiendo de un hilo y los procesos de transición que vivan serán fundamentales para el logro de ellas.

Aunque que Ben Alí en Túnez y Mubarack en Egipto eran elegidos a través de elecciones, la sola existencia de un proceso electoral no implica que exista democracia. Lo mismo ocurre con la libertad, el hecho que sean y se sientan libres no implica que exista democracia, y esto es un factor que se aplica por igual en todo el mundo, pese que no existe democracia sin libertad y elecciones.

El apoyo de la comunidad internacional es primordial y sobre todo de aquellos países cuyas democracias tienen poco tiempo de haberse constituido, pues a pesar que cada proceso y democracia es diferente el uno al otro, estas experiencias le servirán para la construcción de las bases de sus nuevos Estados democráticos.

Es difícil predecir qué rumbo tomará el Medio Oriente, son muchos los aspectos que hay que tomar en consideración: la religión, la presencia de organizaciones terroristas, entre otros, pero lo que sí podemos afirmar es que el Efecto Túnamiz seguirá generando transformaciones en la región.

Simón Pestano, Internacionalista

Artículo publicado en el Diario Panorama (Maracaibo, Edo. Zulia) el 05 de marzo de 2011 (Disponible aquí)